Somos un partido joven. Nacimos siendo testigos de los cambios que ha vivido el mundo. Cambios profundos que marcan la historia, que redefinen su rumbo, que obligan a revisar y a repensar los paradigmas. Nacimos de la necesidad de reescribir la historia, nuestra historia, a partir de lo que vimos, de lo que vemos y de lo que buscamos ver.
Somos expresión de nuestro tiempo. Algunos, del siglo XX, otros, del actual, pero con los mismos sueños y esperanzas por un mejor país. Tenemos algo muy poderoso por compartir; la convicción de que podemos hacer la diferencia en el Chile de hoy y en el de las próximas generaciones. Estamos acá para ser protagonistas de las transformaciones que el país necesita y, a través de nuestros valores y principios, hacer historia y dejar nuestro sello. Queremos apropiarnos de este legado histórico de defender la libertad ante cualquier tipo de totalitarismo, honrarlo, cuidarlo y comprometiéndonos en un proceso continuo de adaptación de acuerdo con el avance de una sociedad que defiende las libertades como eje central de su desarrollo.
Somos un partido constituido por diferentes tipos de personas de diferentes lugares, en donde todos trabajamos juntos por un mismo sueño. Un colectivo donde trabajamos unidos, en donde abrazamos las diferencias, en donde todo funciona mejor cuando el entorno de respeto, fraternidad y compañerismo nos inspira día a día a dar lo mejor de cada una de nosotras y nosotros.
Somos, en definitiva, una intersección de libertad, dignidad humana, igualdad y equidad, donde nuestro principal sueño es lograr que la gente pueda vivir su vida plenamente. Queremos contribuir, a través de ellos mismos, en hacer desde la diversidad el país que soñamos.
LIBERTAD
Estamos convencidos que la Libertad y la Igualdad deben entenderse como valores que se funden y que no pueden estar disociados, que son pilares fundamentales para el futuro del país. Pero también, entendemos que estos valores requieren de la Fraternidad para construir una mirada colectiva como sociedad y no solo como la suma de derechos individuales. Es a partir de la Fraternidad en que nos debemos constituir como sociedad, reconociendo nuestras diversidades, y cuidando que cada ciudadana y ciudadano tenga el espacio que un desarrollo individual en dignidad.
Creemos que, para permitir proyectos de vida realmente libres, es necesario eliminar las profundas inequidades existentes, donde el acceso a derechos no esté determinado por las condiciones de nacimiento de cada persona. Nos identificamos con un proyecto de centro izquierda, reformador, progresista y capaz de distribuir el poder de manera equitativa, a fin de evitar la concentración en élites (económicas, políticas y/o religiosas) que deforman en autoritarismos que impiden otras formas de ver el mundo y que finalmente limitan nuestras libertades. Las y Los liberales defendemos la Igualdad social, igualdad material, igualdad política. Promovemos que el estado entregue herramientas a la sociedad para el pleno desarrollo cultural, intelectual y humano, sin distinguir clases sociales ni étnicas, ni de género.
Las y Los Liberales buscamos la libertad sin conservadurismo dogmáticos, creemos en la libertad individual como económica, con un estado robusto que evite la concentración de la riqueza. Hablar de libertad es hablar de igualdad de derechos, es hablar de un estado que fomente la innovación y el emprendimiento, es dar valor a la ciudadanía, es confiar en el ser republicano.
IGUALDAD
Tras las movilizaciones del 18 de octubre quedó de manifiesto que la desigualdad es un problema arraigado en nuestro país. Asimismo, cada vez que se descuida la igualdad las sociedades se convierten en estructuras de castas incubando violencia. Una sociedad donde muchos viven con la seguridad de que son inferiores debido a un hecho natural, por derecho divino, por la no pertenencia a grupos cerrados aristocráticos u oligárquicos, por injusticias en la repartición de recursos, o por simple contingencia y mala fortuna, convierte el don de la vida en un trago amargo.
El Partido Liberal cree que tanto la libertad como la igualdad son elementos fundamentales en la democracia moderna. Sin igualdad no podemos ser libres. Comprendemos que la igualdad debe ser en un ámbito social y de oportunidades. En este sentido, el partido liberal cree en la igualdad ante la ley entre hombres y mujeres, rechaza absolutamente la idea de ciudadanos de primera y segunda clase y abraza la igualdad de trato entre todas las personas. Creemos que debe haber un piso mínimo de igualdad para que haya libertad y que dicho piso mínimo solo puede ser garantizado por el Estado.
Las y Los liberales defendemos la Igualdad social, igualdad material, igualdad política. Promovemos que el estado entregue herramientas a la sociedad para el pleno desarrollo cultural, intelectual y humano, sin distinguir clases sociales ni étnicas, ni de género.
Entendemos el impacto que generan las políticas de Estado y Gobierno en la economía del país y su reflejo en la calidad de vida de las personas más vulnerables de nuestro país. Comprendemos que nuestro accionar político debe ser agente de progreso y jamás cómplice de la generación de crisis económicas evitables por nuestro accionar. Nos comprometemos a adoptar decisiones de impacto económico con un fuerte respeto a la evidencia y compromiso con trazar una senda de desarrollo económico y social acorde a los principios de libertad, igualdad y fraternidad.
En el partido liberal creemos en el libre mercado, sin embargo, para evitar el abuso al que ya estamos acostumbrados con el neoliberalismo actual (monopolios, oligopolios, colusiones, etc.) es necesario tener reglas y defenderlas. El Estado debe velar por crear la seguridad jurídica para poder ejercer la libertad, si las multas por no respetar las leyes son menores que los beneficios de romperlas, nunca podremos tener una real economía de libre mercado.
Por lo anterior creemos que el Estado debe ser solidario, moderno, eficiente y fuerte, que permita maximizar el bienestar y que tenga las herramientas que le permitan actuar cuando sea necesario, siempre preocupado de no dejar de lado los derechos de las personas y el medio ambiente, el desarrollo debe ser sustentable y equitativo o la libertad no es para todos.
Creemos en la retribución del trabajo propio y que la mayor cantidad de personas posibles deben participar de la economía, entendiendo esta libertad como autodeterminación y autorrealización personal en oposición al concepto de
meritocracia tradicional.
Aspiramos a una economía dinámica y abierta en la que cada uno sea capaz de tomar sus propias decisiones y se desarrolle de acuerdo con su propio criterio. También aspiramos a una justa redistribución de la riqueza con un fuerte arraigo en la responsabilidad compartida que tenemos de ir en apoyo de quienes lo necesitan. Para elegir sus autoridades e impulsar políticas públicas de manera descentralizada. Además, somos un partido municipalista que defiende el poder local y entiende la Ciudad como el primer espacio de participación social y política del individuo y la comunidad organizada.
El Partido Liberal avanza hacia el municipalismo, para el fortalecimiento de la democracia participativa, territorial y directa, entendiendo a los municipios como el primer vínculo del Estado con las comunidades. Por ello, resulta urgente reconocer a las municipalidades como Gobiernos Comunales y no meros administradores, que permita un ejercicio pleno de gobernabilidad, desde la participación de la construcción de políticas públicas, hasta una mayor autonomía en el uso y generación de sus recursos, entre otras dimensiones.
El fortalecer los gobiernos comunales, es el inicio para un proceso de descentralización y regionalización, tan necesaria en nuestro país, cuya actual constitución sitúa a Chile dentro de los países más centralistas del mundo. Avanzar hacia una mayor descentralización, permitirá un desarrollo territorial justo, equitativo, oportuno, en armonía, pertinencia y sustentabilidad, eliminando las brechas existentes entre regiones e incluso, dentro de éstas mismas. De este modo nos acercamos a la igualdad de oportunidades de todos y todas quienes habitan nuestro territorio.
FRATERNIDAD/SORORIDAD
El Partido Liberal cree y fomenta la fraternidad/sororidad entendida como el cuidado y respeto entre aquellos que son parte de una misma comunidad o país. En consecuencia, velamos por aquellos bienes comunes y relaciones sociales necesarias para construir un país justo, dialogante y armónico, en que hombres y mujeres cuiden y compartan una misma nación. El Partido Liberal y sus militantes nos declaramos feministas, en deconstrucción y en busca de la igualdad entre las personas.
Creemos en una sociedad solidaria donde las personas enfrenten los problemas del siglo XXI en forma conjunta, desde la crisis climática hasta las desigualdades heredadas. Nos comprometemos con el libre desarrollo de la personalidad, y también con la de los demás. Esto implica el respeto y cuidado permanente por el otro, por las relaciones personales y por el entorno en el cual se desenvuelven los diversos proyectos de vida. Este entorno no es solamente social, sino que también es natural, ya que ambos hacen posible el libre desarrollo de la personalidad de todas y cada una de las personas que viven actualmente, sino también de las futuras generaciones.
A partir de las ideas feministas, expandimos el sentido clásico de la fraternidad y nos hacemos cargo de la necesidad de una sororidad con perspectiva feminista. Somos conscientes de las múltiples visiones en torno al feminismo, y no juzgamos cuál deba prevalecer ni primar por sobre otra, siempre que permita un diálogo e intercambio de ideas para la disminución de la brecha de poder que nos impide lograr la igualdad.
Nos relacionamos buscando la igualdad entre las personas, donde cada ser humano pueda ejercer sus derechos y libertades sin discriminación ni vulneración de ningún tipo, debemos democratizar el poder y superar el sistema patriarcal que define el poder a partir de la opresión desde una posición privilegiada, egoísta, machista, misógina y violenta contra todo aquel que no persigue su visión.
Cada individuo con sus diferencias es un aporte a nuestra sociedad. No queremos que se repita la historia de reconocer derechos y libertades solamente a unos, considerando que los otros no los merecen por una razón u otra, “evidentemente justificada”.
Cada vida humana constituye una invención original, un ensayo de vivir de cierta manera; diseños con su propia estética, su dignidad, su sentido especial. Estas variaciones constituyen una riqueza esencial de lo humano y lo vivo. De aquí provienen las nuevas formas de vivir, nuevas expresiones culturales, económicas y políticas, que inventan permanentemente nuevas maneras de aventurarnos a lo desconocido que viene con el futuro. Las necesitamos encarecidamente.
En el Partido Liberal consideramos que los conceptos Democracia y los Derechos Humanos son los valores y principios fundamentales por los cuales se debe regir la sociedad. Por este motivo uno de los principales objetivos y propósitos de este partido será defender y promover estos valores fundamentales sin condiciones. No basta el contraste con las dictaduras. Debemos enfatizar el pluralismo, la interculturalidad, la división de poderes, las libertades y todos los beneficios de una democracia como la que soñamos.
Medioambiente
Nos comprometemos a proteger y restaurar el medioambiente para las futuras generaciones, reconociendo el daño medioambiental actual y el impacto nacional y mundial plasmado en la evidencia científica actual.
Hoy el mundo está en una emergencia climática y el no entender que está sucediendo no entregará futuro a las nuevas generaciones, ante esto, Las y Los Liberales promueven el Crecimiento sustentable con el involucramiento de la comunidad y respetando la identidad local y su entorno ambiental. El crecimiento no debe tener zonas de sacrificios sino todo lo contrario, debe ser capaz de involucrar a su comunidad para obtener zonas de potencialidad climática. El estado liberal debe promover el uso de tecnologías que respeten al medio ambiente y con políticas públicas que involucren a comunidades que habitan los puntos de crecimiento y desarrollo.
La vieja concepción de libertad, entiéndase ella como “el poder hacer” sin más límites que lo impuesto por la ley humana, queda completamente obsoleta cuando entendemos que la acción humana está integrada a un ecosistema con límites planetarios. Esto no solo se plasma dentro del contexto económico/social/temporal, sino que traspasa tanto fronteras como generaciones. La humanidad debe adaptarse respetando la capacidad de la biósfera y considerando el principio de justicia intergeneracional.
La justicia ambiental exige contener nuestras “libertades” con el objetivo de lograr una distribución equitativa de los beneficios ambientales y de lograr una participación ciudadana equitativa en la adopción de decisiones que afecten a las comunidades, tal que no exista afectación a aquellas sociedades futuras o aquellas que todavía se encuentran en proceso de desarrollo. Hoy no es legítimo implementar políticas de igualdad que provoquen perjuicio en las generaciones futuras al descuidar el planeta que habitamos como seres humanos.
El planeta tierra no es un medio ambiente dispuesto solamente para la humanidad, en el conviven un sinfín de especies que lo habitan por sus propias razones. Tenemos el deber de cohabitar en armonía con este ecosistema vivo por lo que hay que avanzar en políticas públicas basadas en la naturaleza, que apunten a revertir la crisis climática actual y que nos permitan convivir en equilibrio con la naturaleza. Que restauren la flora y fauna nativa, y que incorporen los límites que debemos fijar a nuestro actuar con las demás especies y entorno en virtud de su respeto.
Teniendo estos objetivos en mente, los liberales le proponemos, a una sociedad obsesionada con el crecimiento, un cambio cultural que nos permita terminar con la sociedad de consumo exacerbado y que nos lleve a una sociedad basada en la colaboración y el respeto por nuestro entorno. Una propuesta que tenga en el centro el buen vivir, donde se logre la satisfacción de necesidades, una calidad de vida y muerte digna, un florecimiento saludable de todos en armonía con la naturaleza y que resguarde la relación de los pueblos indígenas con la naturaleza. Esta mirada nos llevará a procesos de cambio en nuestras matrices de producción, que debemos ser capaces de gestionar con el menor impacto posible, pero de forma urgente.
También entendemos que estos desafíos no podrán cumplirse sin el compromiso de todos, es por ello por lo que nos comprometemos a respetar, defender y contribuir al cumplimiento de los compromisos internacionales adoptados por Chile en materia ambiental y climática, los cuales están íntimamente relacionados con el respeto y promoción de los Derechos Humanos.